Fisterra

    Lesiones de clavícula y hombro

    Lesiones de clavícula


    ¿De qué hablamos?
    • Representan el 3,8% de todas las fracturas y el 35-45% de todas las lesiones de la cintura escapular.
    • Son frecuentes en la población masculina y activa, resultando de accidentes deportivos y automovilísticos (Robinson CM, 1998).
    • En pacientes ancianos se pueden producir fracturas laterales de clavícula derivadas de caídas con impacto directo sobre el hombro.
    • El mecanismo de lesión más frecuente es el traumatismo indirecto (caída sobre el hombro). Los traumatismos indirectos por caída sobre la mano extendida también suponen un mecanismo lesional a considerar.
    • El 70-80% de las fracturas se localizan en el tercio medio de la clavícula.
    • El desplazamiento de los fragmentos suele estar influido por las inserciones musculares en la clavícula: el fragmento proximal se desplaza hacia la parte superior y posterior, haciendo una rotación posterosuperior por acción del esternocleidomastoideo, mientras que el fragmento distal es traccionado hacia la parte inferior y anterior, haciendo una rotación anteroinferior por acción del pectoral mayor y del deltoides, además del propio peso de la extremidad.
    • El suministro de sangre de la clavícula proviene de fuente perióstica, no arterial.
    ¿Cómo se clasifican?

    Clasificación de Allman

    Define las fracturas de los tercios proximal (medial), medio (diáfisis medial) y distal (lateral) (Rosemont IL, 2020) (ver figura 1):
    • Grupo I: tercio medio, constituye del 69 al 85%.
    • Grupo II: tercio distal, constituye del 12% al 28%.
    • Grupo III: tercio medial, constituye entre el 3% al 6%.
    Figura 1
    Clasificación de Allman.


    Clasificación de Neer

    Clasificó las fracturas del tercio lateral en función de la integridad del complejo ligamento coracoclavicular y la afectación de la articulación acromioclavicular (AC):
    • Tipo I: fractura lateral a ligamentos coracoclaviculares, sin afectación de los ligamentos coracoclaviculares. Estable.
    • Tipo II A: fractura medial a los ligamentos coracoclaviculares. Inestable.
    • Tipo II B: fractura entre los ligamentos conoides y trapezoides. Inestable.
    • Tipo III: fractura con extensión intraarticular sin disrupción ligamentosa. Estable.
    • Tipo IV: sobre individuos esqueléticamente inmaduros e imitan una dislocación de la articulación AC. Estable.
    • Tipon V: avulsión de los ligamentos coracoclaviculares con una fractura distal asociada (fractura de Latarjet). Inestable.
    ¿Cómo se diagnostican?

    Historia del paciente

    • El mecanismo lesional es clave: golpe lateral por una caída o golpe directo sobre la clavícula. Ayuda a determinar lesiones asociadas.
    • Un pequeño porcentaje se asocia a lesiones más graves: disociación escapulotorácica, fracturas escapulares, fracturas de costillas, neumotórax y compromiso neurovascular.
    Examen físico
    • La inspección, debido a la posición subcutánea de la clavícula, revela abrasiones y deformidades indicativas de fractura:
      • Actitud antiálgica típica (brazo pegado al cuerpo con el codo flexionado y sujeto por la otra mano).
      • Típico signo de la tecla de piano, con crepitación en la zona fracturada.
    • El examen neurovascular es crucial, debido a la proximidad del plexo braquial y los vasos subclavios. Se debe sospechar lesión vascular cuando apreciemos diferencia de presión arterial entre ambos brazos.
    • La formación de una carpa en la piel debe evaluarse cuidadosamente porque puede ser un signo de fractura abierta inminente.
    Estudios de imagen
    • Para el diagnóstico, una proyección anteroposterior (AP) suele ser suficiente. Sin embargo no lo es para determinar el acortamiento o la necesidad de cirugía (Jones GL, 2014).
    • Se debe obtener una vista AP y una vista de inclinación cefálica de 20º con el paciente en bipedestación de ambas clavículas para definir el desplazamiento y el acortamiento (ver figura 2).
    • La proyección apical oblicua (tomada con 45º de inclinación lateral y 20º de inclinación cefálica) es buena para identificar fracturas del tercio medio en un hueso con una curvatura pronunciada (Jones GL, 2014).
    • Las tomografías computarizadas (TC) son útiles para una evaluación precisa de las fracturas de clavícula medial. Es preferible en estos casos la valoración por parte del especialista.

    Figura 2
    Vista anteroposterior y vista de inclinación cefálica de 20º.


    ¿Cómo se tratan?

    Tratamiento conservador

    Es el tratamiento de elección para la mayoría de las fracturas (Devji T, 2015). El tratamiento no quirúrgico se reserva para las fracturas con menos de 2 cm de acortamiento y menos del 100% de desplazamiento. Indicado en fracturas no desplazadas de tercio lateral, mínimamente desplazadas o Neer tipo I, III y IV. Apropiada para fracturas de tercio medio y medial no desplazadas o mínimamente desplazadas.

    Es suficiente el uso de cabestrillo, que comporta mayor satisfacción en comparación con el “vendaje en 8” (Ersen A, 2015). Es más confortable y no existen diferencias en cuanto a alineación y tiempo de curación. Registra un 7% de insatisfechos frente a un 26%.

    Aplicar hielo local de forma intermitente durante las primeras 48-72 horas alivia el dolor. Control de trofismo distal de ambas extremidades superiores.

    Tratamiento quirúrgico
    • Indicaciones (Virtanen KJ, 2012; Cole PA, 2020):
      • Absolutas:
        • Lesión abierta o inminente, lesión vascular o neurológica asociada, hombro flotante con desplazamiento de ambas fracturas.
      • Relativas:
        • Fracturas del 1/3 externo:
          • Subtipos IIA, IIB y V de Neer.
        • Fracturas del 1/3 medio:
          • Acortamiento o desplazamiento mayor de 2 cm, especialmente si se acompañan de conminución (Asadollahi S, 2019).
          • Fracturas asociadas del cuello glenoideo (hombro flotante).
          • Fracturas bilaterales en paciente con insuficiencia respiratoria.
          • Politraumatismo.
          • Paciente que requiere un retorno rápido a la función.
    La técnica quirúrgica de elección para los casos antes mencionados sería la reducción abierta y la fijación interna (RAFI) mediante osteosíntesis con placa y tornillos.

    Algoritmo 1
    Toma de decisiones terapéuticas en fracturas de clavícula (adaptado de Hillen RJ, 2010).


    ¿Cuáles son las complicaciones y pronóstico?

    Las fracturas desplazadas con tratamiento conservador muestran consolidación radiográfica en un tiempo medio de 4 semanas. Hipócrates afirmaba: “Las fracturas de clavícula curan con el médico, sin el médico y a pesar del médico”. Se espera un retorno completo a la función con una deformidad cosmética y clavicular mínima. Los hechos contradicen parcialmente esta afirmación pues existe:
    • Dolor residual, en reposo (9%), actividad (29%).
    • Disminución de fuerza. Fatigabilidad.
    • Parestesias.
    • Alteraciones estéticas (27%).
    Entre las complicaciones más importantes destacar:
    • La tasa general de pseudoartrosis es del 5,9%, que aumenta al 15,1% en fracturas completamente desplazadas (Zlowodzki M, 2015).
      • Consolidación viciosa con deformidad residual (la más frecuente). La mala posición escapular (winging) es una característica predominante en pacientes con una unión defectuosa sintomática de la clavícula.
      • Pseudoartrosis. Las tasas de pseudoartrosis de la clavícula desplazada son del 15,1% en los pacientes tratados de forma no quirúrgica y del 2,1% en los pacientes tratados quirúrgicamente (Zlowodzki M, 2015) (ver figura 3).
    Figura 3

    *Riesgo más alto cuanto más alta energía presenta el traumatismo.

    Tener en cuenta que en los casos de fracturas por alta energía pueden producirse lesiones vasculares o nerviosas por tracción del plexo braquial, aunque son en general poco frecuentes.

    ¿Cómo se rehabilitan?

    En pacientes activos, generalmente no se requiere rehabilitación. Las fracturas de clavícula consolidan en un periodo de 4 a 6 semanas. En la fase de consolidación los objetivos serán:
    • Reducir el dolor.
    • Mantener la amplitud de movimiento de la articulación glenohumeral.
    • Aliviar las contracturas asociadas de los músculos cervicoescapulares.
    • Fortalecer la musculatura, especialmente los aductores de la escápula y los esquemas funcionales del miembro superior.
    • La elevación debe limitarse a 90º para no provocar fuerzas excesivas en el foco de fractura.
    • Evitar todas las movilizaciones en antepulsión y la rotación del hombro.
    Durante las primeras 4 semanas, el hombro se mantiene en aducción y rotación interna, con el codo flexionado a 90º. Se incrementa progresivamente la amplitud de movimiento del codo, muñeca, mano y dedos. Se realizan ejercicios pendulares del hombro según tolerancia, ejercicios isométricos del codo, muñeca y dedos, y progresivamente ejercicios isométricos para fortalecer el deltoides. Se recomienda la flexión y extensión activa del codo para mantener la fuerza del bíceps y tríceps.

    En la fase consolidada, los objetivos serán:
    • Recuperar gradualmente la amplitud de movimiento de la articulación glenohumeral.
    • Recobrar una fuerza muscular óptima compatible con las actividades profesionales o recreativas del paciente.
    • Integrar la cintura escapular al grupo muscular funcional del miembro superior.
    Al final de la 6ª semana la fractura es estable con un buen callo óseo, permitiendo movimientos activos progresivos del hombro en todos los planos. Se comienzan los ejercicios de fortalecimiento del manguito rotador y se prosigue con ejercicios isométricos para los flexores y extensores del codo. Se realizan ejercicios pendulares del hombro sin carga gravitacional, avanzando progresivamente hacia ejercicios de resistencia. Es importante mantener la fuerza de los flexores y extensores de la muñeca, así como la fuerza de agarre de la mano. Se permite la carga de peso gradual.

    Información médico-legal
    • Hospitalización:
      • Ninguna para el tratamiento ortopédico.
      • 2-5 días para un tratamiento quirúrgico.
    • Inmovilización: 4-6 semanas.
    • Rehabilitación: 2 a 3 meses de rehabilitación al ritmo de 2 o 3 sesiones por semana.
    • Interrupción laboral: 2 a 3 meses para trabajadores manuales de gran esfuerzo.

    Subluxación y luxación acromioclavicular

    Para ver el texto completo debe de estar suscrito a Fisterra

    Luxaciones glenohumerales

    Para ver el texto completo debe de estar suscrito a Fisterra

    Bibliografía

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    Más en la red

    Para ver el texto completo debe de estar suscrito a Fisterra

    Autores

    Para ver el texto completo debe de estar suscrito a Fisterra

    Conflicto de intereses
    Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

    Lesiones de clavícula y hombro

    Fecha de revisión: 21/01/2025
    • Guía
    Índice de contenidos

    Lesiones de clavícula


    ¿De qué hablamos?
    • Representan el 3,8% de todas las fracturas y el 35-45% de todas las lesiones de la cintura escapular.
    • Son frecuentes en la población masculina y activa, resultando de accidentes deportivos y automovilísticos (Robinson CM, 1998).
    • En pacientes ancianos se pueden producir fracturas laterales de clavícula derivadas de caídas con impacto directo sobre el hombro.
    • El mecanismo de lesión más frecuente es el traumatismo indirecto (caída sobre el hombro). Los traumatismos indirectos por caída sobre la mano extendida también suponen un mecanismo lesional a considerar.
    • El 70-80% de las fracturas se localizan en el tercio medio de la clavícula.
    • El desplazamiento de los fragmentos suele estar influido por las inserciones musculares en la clavícula: el fragmento proximal se desplaza hacia la parte superior y posterior, haciendo una rotación posterosuperior por acción del esternocleidomastoideo, mientras que el fragmento distal es traccionado hacia la parte inferior y anterior, haciendo una rotación anteroinferior por acción del pectoral mayor y del deltoides, además del propio peso de la extremidad.
    • El suministro de sangre de la clavícula proviene de fuente perióstica, no arterial.
    ¿Cómo se clasifican?

    Clasificación de Allman

    Define las fracturas de los tercios proximal (medial), medio (diáfisis medial) y distal (lateral) (Rosemont IL, 2020) (ver figura 1):
    • Grupo I: tercio medio, constituye del 69 al 85%.
    • Grupo II: tercio distal, constituye del 12% al 28%.
    • Grupo III: tercio medial, constituye entre el 3% al 6%.
    Figura 1
    Clasificación de Allman.


    Clasificación de Neer

    Clasificó las fracturas del tercio lateral en función de la integridad del complejo ligamento coracoclavicular y la afectación de la articulación acromioclavicular (AC):
    • Tipo I: fractura lateral a ligamentos coracoclaviculares, sin afectación de los ligamentos coracoclaviculares. Estable.
    • Tipo II A: fractura medial a los ligamentos coracoclaviculares. Inestable.
    • Tipo II B: fractura entre los ligamentos conoides y trapezoides. Inestable.
    • Tipo III: fractura con extensión intraarticular sin disrupción ligamentosa. Estable.
    • Tipo IV: sobre individuos esqueléticamente inmaduros e imitan una dislocación de la articulación AC. Estable.
    • Tipon V: avulsión de los ligamentos coracoclaviculares con una fractura distal asociada (fractura de Latarjet). Inestable.
    ¿Cómo se diagnostican?

    Historia del paciente

    • El mecanismo lesional es clave: golpe lateral por una caída o golpe directo sobre la clavícula. Ayuda a determinar lesiones asociadas.
    • Un pequeño porcentaje se asocia a lesiones más graves: disociación escapulotorácica, fracturas escapulares, fracturas de costillas, neumotórax y compromiso neurovascular.
    Examen físico
    • La inspección, debido a la posición subcutánea de la clavícula, revela abrasiones y deformidades indicativas de fractura:
      • Actitud antiálgica típica (brazo pegado al cuerpo con el codo flexionado y sujeto por la otra mano).
      • Típico signo de la tecla de piano, con crepitación en la zona fracturada.
    • El examen neurovascular es crucial, debido a la proximidad del plexo braquial y los vasos subclavios. Se debe sospechar lesión vascular cuando apreciemos diferencia de presión arterial entre ambos brazos.
    • La formación de una carpa en la piel debe evaluarse cuidadosamente porque puede ser un signo de fractura abierta inminente.
    Estudios de imagen
    • Para el diagnóstico, una proyección anteroposterior (AP) suele ser suficiente. Sin embargo no lo es para determinar el acortamiento o la necesidad de cirugía (Jones GL, 2014).
    • Se debe obtener una vista AP y una vista de inclinación cefálica de 20º con el paciente en bipedestación de ambas clavículas para definir el desplazamiento y el acortamiento (ver figura 2).
    • La proyección apical oblicua (tomada con 45º de inclinación lateral y 20º de inclinación cefálica) es buena para identificar fracturas del tercio medio en un hueso con una curvatura pronunciada (Jones GL, 2014).
    • Las tomografías computarizadas (TC) son útiles para una evaluación precisa de las fracturas de clavícula medial. Es preferible en estos casos la valoración por parte del especialista.

    Figura 2
    Vista anteroposterior y vista de inclinación cefálica de 20º.


    ¿Cómo se tratan?

    Tratamiento conservador

    Es el tratamiento de elección para la mayoría de las fracturas (Devji T, 2015). El tratamiento no quirúrgico se reserva para las fracturas con menos de 2 cm de acortamiento y menos del 100% de desplazamiento. Indicado en fracturas no desplazadas de tercio lateral, mínimamente desplazadas o Neer tipo I, III y IV. Apropiada para fracturas de tercio medio y medial no desplazadas o mínimamente desplazadas.

    Es suficiente el uso de cabestrillo, que comporta mayor satisfacción en comparación con el “vendaje en 8” (Ersen A, 2015). Es más confortable y no existen diferencias en cuanto a alineación y tiempo de curación. Registra un 7% de insatisfechos frente a un 26%.

    Aplicar hielo local de forma intermitente durante las primeras 48-72 horas alivia el dolor. Control de trofismo distal de ambas extremidades superiores.

    Tratamiento quirúrgico
    • Indicaciones (Virtanen KJ, 2012; Cole PA, 2020):
      • Absolutas:
        • Lesión abierta o inminente, lesión vascular o neurológica asociada, hombro flotante con desplazamiento de ambas fracturas.
      • Relativas:
        • Fracturas del 1/3 externo:
          • Subtipos IIA, IIB y V de Neer.
        • Fracturas del 1/3 medio:
          • Acortamiento o desplazamiento mayor de 2 cm, especialmente si se acompañan de conminución (Asadollahi S, 2019).
          • Fracturas asociadas del cuello glenoideo (hombro flotante).
          • Fracturas bilaterales en paciente con insuficiencia respiratoria.
          • Politraumatismo.
          • Paciente que requiere un retorno rápido a la función.
    La técnica quirúrgica de elección para los casos antes mencionados sería la reducción abierta y la fijación interna (RAFI) mediante osteosíntesis con placa y tornillos.

    Algoritmo 1
    Toma de decisiones terapéuticas en fracturas de clavícula (adaptado de Hillen RJ, 2010).


    ¿Cuáles son las complicaciones y pronóstico?

    Las fracturas desplazadas con tratamiento conservador muestran consolidación radiográfica en un tiempo medio de 4 semanas. Hipócrates afirmaba: “Las fracturas de clavícula curan con el médico, sin el médico y a pesar del médico”. Se espera un retorno completo a la función con una deformidad cosmética y clavicular mínima. Los hechos contradicen parcialmente esta afirmación pues existe:
    • Dolor residual, en reposo (9%), actividad (29%).
    • Disminución de fuerza. Fatigabilidad.
    • Parestesias.
    • Alteraciones estéticas (27%).
    Entre las complicaciones más importantes destacar:
    • La tasa general de pseudoartrosis es del 5,9%, que aumenta al 15,1% en fracturas completamente desplazadas (Zlowodzki M, 2015).
      • Consolidación viciosa con deformidad residual (la más frecuente). La mala posición escapular (winging) es una característica predominante en pacientes con una unión defectuosa sintomática de la clavícula.
      • Pseudoartrosis. Las tasas de pseudoartrosis de la clavícula desplazada son del 15,1% en los pacientes tratados de forma no quirúrgica y del 2,1% en los pacientes tratados quirúrgicamente (Zlowodzki M, 2015) (ver figura 3).
    Figura 3

    *Riesgo más alto cuanto más alta energía presenta el traumatismo.

    Tener en cuenta que en los casos de fracturas por alta energía pueden producirse lesiones vasculares o nerviosas por tracción del plexo braquial, aunque son en general poco frecuentes.

    ¿Cómo se rehabilitan?

    En pacientes activos, generalmente no se requiere rehabilitación. Las fracturas de clavícula consolidan en un periodo de 4 a 6 semanas. En la fase de consolidación los objetivos serán:
    • Reducir el dolor.
    • Mantener la amplitud de movimiento de la articulación glenohumeral.
    • Aliviar las contracturas asociadas de los músculos cervicoescapulares.
    • Fortalecer la musculatura, especialmente los aductores de la escápula y los esquemas funcionales del miembro superior.
    • La elevación debe limitarse a 90º para no provocar fuerzas excesivas en el foco de fractura.
    • Evitar todas las movilizaciones en antepulsión y la rotación del hombro.
    Durante las primeras 4 semanas, el hombro se mantiene en aducción y rotación interna, con el codo flexionado a 90º. Se incrementa progresivamente la amplitud de movimiento del codo, muñeca, mano y dedos. Se realizan ejercicios pendulares del hombro según tolerancia, ejercicios isométricos del codo, muñeca y dedos, y progresivamente ejercicios isométricos para fortalecer el deltoides. Se recomienda la flexión y extensión activa del codo para mantener la fuerza del bíceps y tríceps.

    En la fase consolidada, los objetivos serán:
    • Recuperar gradualmente la amplitud de movimiento de la articulación glenohumeral.
    • Recobrar una fuerza muscular óptima compatible con las actividades profesionales o recreativas del paciente.
    • Integrar la cintura escapular al grupo muscular funcional del miembro superior.
    Al final de la 6ª semana la fractura es estable con un buen callo óseo, permitiendo movimientos activos progresivos del hombro en todos los planos. Se comienzan los ejercicios de fortalecimiento del manguito rotador y se prosigue con ejercicios isométricos para los flexores y extensores del codo. Se realizan ejercicios pendulares del hombro sin carga gravitacional, avanzando progresivamente hacia ejercicios de resistencia. Es importante mantener la fuerza de los flexores y extensores de la muñeca, así como la fuerza de agarre de la mano. Se permite la carga de peso gradual.

    Información médico-legal
    • Hospitalización:
      • Ninguna para el tratamiento ortopédico.
      • 2-5 días para un tratamiento quirúrgico.
    • Inmovilización: 4-6 semanas.
    • Rehabilitación: 2 a 3 meses de rehabilitación al ritmo de 2 o 3 sesiones por semana.
    • Interrupción laboral: 2 a 3 meses para trabajadores manuales de gran esfuerzo.

    Subluxación y luxación acromioclavicular

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    Luxaciones glenohumerales

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    Bibliografía

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    Más en la red

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    Autores

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    Conflicto de intereses
    Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

    Lesiones de clavícula y hombro

    Fecha de revisión: 21/01/2025

    Lesiones de clavícula


    ¿De qué hablamos?
    • Representan el 3,8% de todas las fracturas y el 35-45% de todas las lesiones de la cintura escapular.
    • Son frecuentes en la población masculina y activa, resultando de accidentes deportivos y automovilísticos (Robinson CM, 1998).
    • En pacientes ancianos se pueden producir fracturas laterales de clavícula derivadas de caídas con impacto directo sobre el hombro.
    • El mecanismo de lesión más frecuente es el traumatismo indirecto (caída sobre el hombro). Los traumatismos indirectos por caída sobre la mano extendida también suponen un mecanismo lesional a considerar.
    • El 70-80% de las fracturas se localizan en el tercio medio de la clavícula.
    • El desplazamiento de los fragmentos suele estar influido por las inserciones musculares en la clavícula: el fragmento proximal se desplaza hacia la parte superior y posterior, haciendo una rotación posterosuperior por acción del esternocleidomastoideo, mientras que el fragmento distal es traccionado hacia la parte inferior y anterior, haciendo una rotación anteroinferior por acción del pectoral mayor y del deltoides, además del propio peso de la extremidad.
    • El suministro de sangre de la clavícula proviene de fuente perióstica, no arterial.
    ¿Cómo se clasifican?

    Clasificación de Allman

    Define las fracturas de los tercios proximal (medial), medio (diáfisis medial) y distal (lateral) (Rosemont IL, 2020) (ver figura 1):
    • Grupo I: tercio medio, constituye del 69 al 85%.
    • Grupo II: tercio distal, constituye del 12% al 28%.
    • Grupo III: tercio medial, constituye entre el 3% al 6%.
    Figura 1
    Clasificación de Allman.


    Clasificación de Neer

    Clasificó las fracturas del tercio lateral en función de la integridad del complejo ligamento coracoclavicular y la afectación de la articulación acromioclavicular (AC):
    • Tipo I: fractura lateral a ligamentos coracoclaviculares, sin afectación de los ligamentos coracoclaviculares. Estable.
    • Tipo II A: fractura medial a los ligamentos coracoclaviculares. Inestable.
    • Tipo II B: fractura entre los ligamentos conoides y trapezoides. Inestable.
    • Tipo III: fractura con extensión intraarticular sin disrupción ligamentosa. Estable.
    • Tipo IV: sobre individuos esqueléticamente inmaduros e imitan una dislocación de la articulación AC. Estable.
    • Tipon V: avulsión de los ligamentos coracoclaviculares con una fractura distal asociada (fractura de Latarjet). Inestable.
    ¿Cómo se diagnostican?

    Historia del paciente

    • El mecanismo lesional es clave: golpe lateral por una caída o golpe directo sobre la clavícula. Ayuda a determinar lesiones asociadas.
    • Un pequeño porcentaje se asocia a lesiones más graves: disociación escapulotorácica, fracturas escapulares, fracturas de costillas, neumotórax y compromiso neurovascular.
    Examen físico
    • La inspección, debido a la posición subcutánea de la clavícula, revela abrasiones y deformidades indicativas de fractura:
      • Actitud antiálgica típica (brazo pegado al cuerpo con el codo flexionado y sujeto por la otra mano).
      • Típico signo de la tecla de piano, con crepitación en la zona fracturada.
    • El examen neurovascular es crucial, debido a la proximidad del plexo braquial y los vasos subclavios. Se debe sospechar lesión vascular cuando apreciemos diferencia de presión arterial entre ambos brazos.
    • La formación de una carpa en la piel debe evaluarse cuidadosamente porque puede ser un signo de fractura abierta inminente.
    Estudios de imagen
    • Para el diagnóstico, una proyección anteroposterior (AP) suele ser suficiente. Sin embargo no lo es para determinar el acortamiento o la necesidad de cirugía (Jones GL, 2014).
    • Se debe obtener una vista AP y una vista de inclinación cefálica de 20º con el paciente en bipedestación de ambas clavículas para definir el desplazamiento y el acortamiento (ver figura 2).
    • La proyección apical oblicua (tomada con 45º de inclinación lateral y 20º de inclinación cefálica) es buena para identificar fracturas del tercio medio en un hueso con una curvatura pronunciada (Jones GL, 2014).
    • Las tomografías computarizadas (TC) son útiles para una evaluación precisa de las fracturas de clavícula medial. Es preferible en estos casos la valoración por parte del especialista.

    Figura 2
    Vista anteroposterior y vista de inclinación cefálica de 20º.


    ¿Cómo se tratan?

    Tratamiento conservador

    Es el tratamiento de elección para la mayoría de las fracturas (Devji T, 2015). El tratamiento no quirúrgico se reserva para las fracturas con menos de 2 cm de acortamiento y menos del 100% de desplazamiento. Indicado en fracturas no desplazadas de tercio lateral, mínimamente desplazadas o Neer tipo I, III y IV. Apropiada para fracturas de tercio medio y medial no desplazadas o mínimamente desplazadas.

    Es suficiente el uso de cabestrillo, que comporta mayor satisfacción en comparación con el “vendaje en 8” (Ersen A, 2015). Es más confortable y no existen diferencias en cuanto a alineación y tiempo de curación. Registra un 7% de insatisfechos frente a un 26%.

    Aplicar hielo local de forma intermitente durante las primeras 48-72 horas alivia el dolor. Control de trofismo distal de ambas extremidades superiores.

    Tratamiento quirúrgico
    • Indicaciones (Virtanen KJ, 2012; Cole PA, 2020):
      • Absolutas:
        • Lesión abierta o inminente, lesión vascular o neurológica asociada, hombro flotante con desplazamiento de ambas fracturas.
      • Relativas:
        • Fracturas del 1/3 externo:
          • Subtipos IIA, IIB y V de Neer.
        • Fracturas del 1/3 medio:
          • Acortamiento o desplazamiento mayor de 2 cm, especialmente si se acompañan de conminución (Asadollahi S, 2019).
          • Fracturas asociadas del cuello glenoideo (hombro flotante).
          • Fracturas bilaterales en paciente con insuficiencia respiratoria.
          • Politraumatismo.
          • Paciente que requiere un retorno rápido a la función.
    La técnica quirúrgica de elección para los casos antes mencionados sería la reducción abierta y la fijación interna (RAFI) mediante osteosíntesis con placa y tornillos.

    Algoritmo 1
    Toma de decisiones terapéuticas en fracturas de clavícula (adaptado de Hillen RJ, 2010).


    ¿Cuáles son las complicaciones y pronóstico?

    Las fracturas desplazadas con tratamiento conservador muestran consolidación radiográfica en un tiempo medio de 4 semanas. Hipócrates afirmaba: “Las fracturas de clavícula curan con el médico, sin el médico y a pesar del médico”. Se espera un retorno completo a la función con una deformidad cosmética y clavicular mínima. Los hechos contradicen parcialmente esta afirmación pues existe:
    • Dolor residual, en reposo (9%), actividad (29%).
    • Disminución de fuerza. Fatigabilidad.
    • Parestesias.
    • Alteraciones estéticas (27%).
    Entre las complicaciones más importantes destacar:
    • La tasa general de pseudoartrosis es del 5,9%, que aumenta al 15,1% en fracturas completamente desplazadas (Zlowodzki M, 2015).
      • Consolidación viciosa con deformidad residual (la más frecuente). La mala posición escapular (winging) es una característica predominante en pacientes con una unión defectuosa sintomática de la clavícula.
      • Pseudoartrosis. Las tasas de pseudoartrosis de la clavícula desplazada son del 15,1% en los pacientes tratados de forma no quirúrgica y del 2,1% en los pacientes tratados quirúrgicamente (Zlowodzki M, 2015) (ver figura 3).
    Figura 3

    *Riesgo más alto cuanto más alta energía presenta el traumatismo.

    Tener en cuenta que en los casos de fracturas por alta energía pueden producirse lesiones vasculares o nerviosas por tracción del plexo braquial, aunque son en general poco frecuentes.

    ¿Cómo se rehabilitan?

    En pacientes activos, generalmente no se requiere rehabilitación. Las fracturas de clavícula consolidan en un periodo de 4 a 6 semanas. En la fase de consolidación los objetivos serán:
    • Reducir el dolor.
    • Mantener la amplitud de movimiento de la articulación glenohumeral.
    • Aliviar las contracturas asociadas de los músculos cervicoescapulares.
    • Fortalecer la musculatura, especialmente los aductores de la escápula y los esquemas funcionales del miembro superior.
    • La elevación debe limitarse a 90º para no provocar fuerzas excesivas en el foco de fractura.
    • Evitar todas las movilizaciones en antepulsión y la rotación del hombro.
    Durante las primeras 4 semanas, el hombro se mantiene en aducción y rotación interna, con el codo flexionado a 90º. Se incrementa progresivamente la amplitud de movimiento del codo, muñeca, mano y dedos. Se realizan ejercicios pendulares del hombro según tolerancia, ejercicios isométricos del codo, muñeca y dedos, y progresivamente ejercicios isométricos para fortalecer el deltoides. Se recomienda la flexión y extensión activa del codo para mantener la fuerza del bíceps y tríceps.

    En la fase consolidada, los objetivos serán:
    • Recuperar gradualmente la amplitud de movimiento de la articulación glenohumeral.
    • Recobrar una fuerza muscular óptima compatible con las actividades profesionales o recreativas del paciente.
    • Integrar la cintura escapular al grupo muscular funcional del miembro superior.
    Al final de la 6ª semana la fractura es estable con un buen callo óseo, permitiendo movimientos activos progresivos del hombro en todos los planos. Se comienzan los ejercicios de fortalecimiento del manguito rotador y se prosigue con ejercicios isométricos para los flexores y extensores del codo. Se realizan ejercicios pendulares del hombro sin carga gravitacional, avanzando progresivamente hacia ejercicios de resistencia. Es importante mantener la fuerza de los flexores y extensores de la muñeca, así como la fuerza de agarre de la mano. Se permite la carga de peso gradual.

    Información médico-legal
    • Hospitalización:
      • Ninguna para el tratamiento ortopédico.
      • 2-5 días para un tratamiento quirúrgico.
    • Inmovilización: 4-6 semanas.
    • Rehabilitación: 2 a 3 meses de rehabilitación al ritmo de 2 o 3 sesiones por semana.
    • Interrupción laboral: 2 a 3 meses para trabajadores manuales de gran esfuerzo.

    Subluxación y luxación acromioclavicular

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    Luxaciones glenohumerales

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    Bibliografía

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